Opinión

EL HOMBRE CONTRIBUYE DE CINCO MANERAS A LA CONTAMINACIÓN

  • Contemplando la creación                                                                                                              
  • P. Ángel Espino García

“El amor es fe y no ciencia” (Quevedo)

1.- Había una vez un maestro amante de la naturaleza el cual invitó a un alumno para ir por el campo durante tres días. Por la tarde del primer día, vieron a lo lejos una choza a donde se fueron para pedir refugio. Al acercarse vieron pastando una vaca flaca y subdesarrollada. Fueron recibidos con afecto por los dueños e invitados a cenar. Les ofrecieron medio vaso de leche y media tortilla tanto a ellos como a los siete hijos desnutridos. Preguntó el maestro: Perdón ¿Su alimentación siempre es así? Sí, contestó el señor. Es suficiente. Preguntó el maestro: ¿Porqué no siembran maíz, frijol, trigo y frutales? Hay bastante tierra. Así mejoraría su vida. No se necesita, dijo el señor. Ya estamos acostumbrados. Al día siguiente, de madrugada, se despidieron y al retirarse vieron junto a una barranca a la vaca subdesarrollada. El maestro se acercó y dijo al alumno: ayúdame a empujar la vaca al precipicio. No puedo creer maestro, que usted haga ese mal. No es un mal, es un bien, dijo el maestro. Lo hicieron y se fueron. Después de dos años regresaron al lugar y se admiraron de las plantaciones de maíz, frijol, papayas y verduras. La familia quedó feliz de recibirlos. Preguntó el maestro el porqué del cambio. Dijo el señor: el día que ustedes se fueron, encontramos nuestra vaca muerta en la barranca y eso nos obligó a sembrar y buscar formas nuevas para vivir. Ahora vivimos mucho mejor.

2.- ASÍ EN LA ECOLOGÍA.- Los métodos utilizados por el gobierno en favor del bosque han dado pocos resultados. Ante la realidad mexicana, es preciso buscar otras formas que den mejores frutos. Lo primero es evitar la corrupción y la impunidad. Lo segundo: mejorar las leyes forestales y ambientales, pues las actuales favorecen a los poderosos y castigan a los campesinos, que son los dueños del recurso; y lo tercero es que haya una comisión que dé seguimiento para que se cumplan los acuerdos y que no haya excepciones ni privilegios. Sería un milagro.

3.- LA VOZ DE LA IGLESIA.- El Papa Francisco expresa su preocupación por lo que pasa en nuestra casa: el planeta Tierra. Dice: “A la continua aceleración de los cambios de la humanidad y del planeta, se une hoy la intensificación de ritmos de vida y de trabajo, en eso que algunos llaman “rapidación”. Si bien el cambio es parte de la dinámica de los sistemas complejos, la velocidad que las acciones humanas le imponen hoy, contrasta con la natural lentitud de la evolución biológica. A esto se suma el problema de que los objetivos de ese cambio veloz y constante, no siempre se orientan al bien común y a un desarrollo humano, sostenible e integral. El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad”. (Alabado seas # 18)

4.- EL HOMBRE CONTAMINA DE 5 FORMAS.- a) Arrojamos grandes cantidades de óxido nítrico a la atmósfera, cuando quemamos cualquier combustible: llantas, leña, carbón, gasolinas en carros, barcos o aviones. En la atmósfera este gas se convierte en dióxido de nitrógeno gaseoso, el cual regresa a la tierra como lluvia ácida que daña al suelo. b) Enviamos óxido nitroso a la atmósfera, que rompe la capa de ozono en las alturas, cuando aplicamos fertilizantes químicos a la tierra. Este gas de efecto invernadero calienta la atmósfera y agota el ozono de la estratósfera que nos protege de los rayos nocivos ultravioleta. c) Al destruir árboles, el calor rebota hacia lo alto y se suma al calentamiento global. d) Al enviar drenajes y residuos químicos a los ríos o presas, los nitratos contaminan. e) Cuando se quema el bosque se pierde el nitrógeno del suelo y la tierra se erosiona. Vale la pena luchar por la vida. Todo vale la pena si el alma no es pequeña, pero hay que ir más allá del dolor. Bien dice el P. Francisco Alday: “Dios dejó su Rostro en cada cosa”. ¡Salvemos lo verde!

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