Por:M. en D. Joaquín R. Benítez V.
“Vota por aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”. Bernard M. Baruch (Financiero y asesor presidencial estadounidense).
Los tres principales candidatos a la gubernatura de Michoacán: Silvano Aureoles, Luisa María Calderón y Ascensión Orihuela, han definido lo que será el resto de su campaña, más de lo mismo, el mismo sistema político, económico y social; las mismas promesas de campañas, la venta de esperanzas a un pueblo hundido en la desesperación; la compra de la necesidad y el hambre
Los discursos de los candidatos parecen estar diseñados para el “otro Michoacán”, el de la paz, prosperidad, seguridad, felicidad, justicia y abundancia, en resumen una Entidad de primer mundo; sus asesores no han puesto atención en el verdadero Michoacán, aquél que sigue siendo de los últimos lugares en la calidad de vida de sus habitantes, en educación, economía, estabilidad, seguridad y muchos otros rubros.
¿Desde qué crisol observan la situación actual de la Entidad? Prometen el “gran milagro” michoacano, que desde hace 20 o 30 años se viene generando (súper sic); décadas perdidas en el discurso y hurto de los gobiernos estatales; pero ahora sí habrá un cambio, ahora sí se aplicarán los recursos públicos adecuadamente, ahora sí se hincaran para orar por el milagro.
Los suspirantes a ocupar la silla del palacio de avenida Madero, escupen miles y miles de millones de pesos en cada promesa, sin preguntarse si el presupuesto alcanzará para ejecutar sus “operas primas” políticas, después de todo, de eso se trata el juego de las campañas: convencer de una manera u otra al votante que no pueden comprar; así que hay que vender esperanzas cual espejos que se cambian por los diamantes del erario.
En ninguno de los discursos se han escuchado las palabras “austeridad, crisis y rendición de cuentas”, que deberían de ser los temas torales en la maltrecha economía que afecta al país, ¿por qué en Michoacán sería diferente cuando existe una disminución de los ingresos del gobierno federal y se harán los ajustes necesarios recortando el presupuesto en diverso rubros?
Los tres candidatos han sido legisladores en diversas ocasiones y conocen perfectamente la forma en que se reparte el pastel presupuestario de cada año, entonces, ¿por qué sus propuestas no se ajustan a la realidad económica del país y la Entidad? Prefieren quedar como mentirosos antes que perder la oportunidad de llegar a la primer magistratura del Estado, después de todo tendrán el consuelo que dan los millones de pesos de presupuesto y el poder virreinal de la gubernatura.
Desde hace décadas la Entidad sigue casi igual, solo basta asomarse por los diversos municipios en los que se ha detenido el tiempo por años; no se puede negar que ha existido un crecimiento cuantitativo pero el cualitativo ha sido efímero y es precisamente este último el que debe ser la preocupación de los contendientes en la próxima jornada electoral y de la clase política en general.
Los buenos deseos de navidad se adelantaron para la jornada electoral, los reyes magos políticos traerán promesas, gorras, playeras, sombrillas y demás suvenires con sus nombres o rostros, mientras tanto el famélico y pordiosero pueblo se los cambiaremos por el oro que generan nuestras contribuciones; seguiremos aplaudiendo y llenando mítines mientras siguen saqueando lo poco que queda de las finanzas públicas.
El circo electoral está en marcha y de poco sirve pedir a los ciudadanos que escojan al candidato a gobernador menos malo, cuando todos son pésimos; no hay ni por cual votar, empero, el abstencionismo favorece al partido más añejo y corrupto; por eso debemos de razonar el sufragio y tratar de dar un balance en la legislatura local y los ayuntamientos, aunque al final la partidocracia busca los mecanismos de aliarse para proteger sus canonjías y derechos adquiridos aún en contra del beneficio del pueblo; primero estarán ellos, después ellos y al último ellos, aunque en estos días se vean forzados a darse su baño de prole.
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