La inspiración nos recuerda que somos humanos.
Los procesos creativos son la realidad virtual de lo que deseamos obtener, continuamente creamos ideas, pensamos cómo o de qué manera podrían ser o estar las cosas, de modo que antes de que sucedan, se generó el prospecto mental de aquello que queremos o necesitamos hacer, tener o crear. Para algunos es necesario apuntar la idea (para no que no sea olvidada) con la que queremos escribir la poesía, el cuento o la novela, o el tema del paisaje que deseamos obtener, la nota de la pista que nos gustaría escuchar y que otros escucharan o bien el guion de la más bella puesta en escena en la obra de teatro que iguale los dramas de Shakespeare, o lo más bellos paisajes imaginarios de Verne o porque no, las tragedias de Rubén Romero, sólo por mencionar.
Grandes obras universales han sido producto de la creación humana, y que han sido nombradas como clásicos no por la edad, no por lo viejo, sino por lo selecto de su contenido de su calidad, de su universalidad, destacan las obras maestras La Piedad o El David, de Miguel Ángel, las composiciones musicales innumerables de Beethoven, Chopin, Mozart, Tchaikovsky entre tantos eruditos de la música, la plásticas, vamos todas las bellas artes. Cuyo proceso creador fue tan excelso que sólo podremos preguntarnos quienes fueron sus musas, quienes su inspiración.
A ese tema hemos de referirnos, a inspirarnos y a qué nos debe inspirar, más que un estímulo lúcido que de forma sorpresiva nos llegue a la mente y al corazón y se aloje hasta lograr el tema desarrollado como lo deseamos, la pintura en la técnica perfecta y el afecto en el poema para enamorar, ha de ser la favorecida creatividad para bien vivir, para bien gozar y para bien disfrutar. Se preguntará estimado amigo, si estoy en soledad o en estado de sufrimiento y dolor cómo lograr las buenas sensaciones en mí, y la respuesta es luchando.
Cada día ha de inspirarnos el vivir para servir, para amar, perdonar, para sonreír y saber que en cualquier momento podemos caer y de cada golpe encontrar el aliciente para levantarnos, para ponernos de píe como esas películas en las que no conforme un una entrega la saga continua por dos o tres producciones y él o la protagonista no mueren, es decir tome como referencia a este ejemplo y enfrente a cuanto problema venga sin que muchas veces los hayamos buscado y los que usted ocasionó, con mayor ganas resuélvalos.
Encontramos inspiración en todos lados, lo que nos hace ser hombres y mujeres del mundo, solo que algunos son más aprovechados en asuntos artísticos, por ejemplo, ver el horizonte y plasmarlo o escribirle, caer el sol o ponerse la luna y componer, sentir la lluvia y el sol unidos y cantarlo o al hijo creciendo, el abuelo sonriendo y colorearlo, y así podría seguir enumerando bellas imágenes de sensaciones inspiracionales. La inspiración nos recuerda cada vez que nace en nosotros la dicha y fortuna que tenemos de ser y estar aquí cuyo impulso para lograr realidades son la base.
