Por: Nicolás Casimiro/atiempo.mx
Morelia, Michoacán.- La reciente reunión que sostuvo Enrique Ochoa Reza con la clase política priísta de Michoacán nos demuestra fundamentalmente dos hechos:
El primero, que el dirigente nacional del PRI es tan novato que desconoce cuáles son los grupos y liderazgos representativos del priísmo michoacano, y por eso se reúne con los que le pongan enfrente, y el segundo, que el dirigente estatal, Víctor Silva Tejeda, está más interesado en quedar bien con quienes lo puedan apuntalar para ser candidato al Senado, que en reforzar los vínculos con cientos o miles de liderazgos priístas que han sido olímpicamente ignorados por lo menos a lo largo de los últimos 10 años.
Es del dominio público que Enrique Ochoa llegó a la Presidencia nacional del PRI conociendo las entrañas del partido tanto como él mismo es conocido en su natal Morelia, es decir “nada o casi nada”.
Por eso, en esa reciente reunión que sí fue muy amplia, aunque no se puede decir que hubiera muchos que sobraban, lo que sí está claro es que hubo muchos que no fueron convocados.
Ahí está como muestra la molestia manifiesta de la expresión Priístas Unidos por Michoacán (PRIUM), representada por el ex diputado y ex alcalde de Zacapu, Mario Magaña Juárez, así como muchos otros que no han hecho tan pública su inconformidad.
En cuanto a Víctor Silva, obsesionado con mantenerse vigente de aquí al 2021 para buscar la gubernatura, hoy está más preocupado por ser candidato a senador que por cumplir con sus funciones como diputado federal y como dirigente estatal del PRI.
En este último caso, hay muchas quejas por los rezagos que ha generado la escasa operación política en la renovación de comités y consejos municipales, que debió terminar hace meses y que no se ha concluido, pese a que el proceso electoral 2017-2018 comienza en el próximo mes de septiembre.
Hay que decirlo: Aquellos que en un momento avalaron a Silva Tejeda como dirigente estatal hoy se le han distanciado, y en la reciente reunión con el líder nacional fue evidente su intento por halagarlos y consentirlos, específicamente a ellos, con miras a que no lo excluyan de contender en las próximas campañas.
