Opinión

Contemplando la creación/ Por:P. Ángel Espino

            LA ZONA SAN JOSÉ ESTUDIÓ EN LA CATARINA DE TÚXPAN

 “No busques en todo recompensa humana, pues algunas acciones recibirán su premio en la eternidad” (La Bruyere)

 1.- Había una vez en Guanajuato una maestra de inglés a quien le gustaba hacer pensar a los alumnos. Un día les preguntó: ilustres jóvenes: ¿Porqué las personas se gritan cuando se enojan, si están tan cerca uno del otro? Piensen y digan. El primero respondió: maestra: yo grito cuando los demás me desesperan. Dijo la maestra: ¿Y porqué tienes que gritar y no hablas en voz baja, si el que te hizo enojar está cerca de ti? Las respuestas fueron variadas, pero no convencieron. Al fin la maestra explicó: miren ilustres jóvenes: cuando se enojan dos o más personas, sus corazones se separan y se van lejos, construyendo una zanja profunda y distante. Por eso gritan y no se escuchan ni se sienten escuchados. En cambio, cuando dos personas se aman, no levantan la voz, sino que hablan con suavidad porque sus corazones están cercanos uno del otro. La distancia ha sido superada y por eso no necesitan gritar. Sus corazones se ponen en sintonía y hasta se miran en silencio, para adivinar lo que piensa la persona amada.

 2.- ASÍ EN LA EX HACIENDA DE LA CATARINA.- Es tan bonita Santa Catarina que parece una princesa rodeada de varios collares de montañas envueltas en trozos de neblina. Espacios amplios, prados, árboles y palmeras. Varios Sacerdotes se confiesan en los jardines o caminando en torno de las albercas. Hay un salón grande y confortable para el estudio y los alimentos. La capilla es sobria y de piedra, dedicada a Santa Catarina. Es  una joya. Los padres Israel y Agustín García Celis organizaron la exposición del Santísimo Sacramento frente a un gran cirio. En la parte alta se encuentra grabado un Cristo sentado, encorvado y pensativo sobre la cruz tendida en el suelo, antes de ser clavado. A su derecha está la Inmaculada y Santa Catarina a su izquierda. El cupo en las bancas es para 64 personas. Jesús nos invita a orar y nos pide entrar en la morada profunda de nuestro interior, donde vamos a encontrar su presencia divina. Mucha gente no es capaz de emprender este viaje espiritual, pero es preciso incursionar en nuestro  interior, donde Dios ha hecho su casa, pues somos santuarios del Espíritu Santo. Por tanto: no necesitamos gritar. Basta la contemplación o hablarle en voz baja, pues sabemos que Dios nos escucha porque habita dentro de nosotros mismos.

 3.- EL CONTENIDO Y LOS EXPOSITORES.- Lo que uno siembra eso cosechará. Nuestros Arzobispos anteriores enviaron a Roma y a la Pontificia a varios seminaristas, y ahora llega la cosecha. Son doctores y licenciados en las cosas de Dios. El padre Trino Lomelí explicó: Cristo es el centro y el eje de toda la historia. Es el Sol que arroja sus rayos sobre el prisma del Antiguo Testamento y es el Sol de colores que da plenitud al Nuevo. Los padres Javier Solís, Antonio Paniagua y Manuel García compartieron sobre la Cristología en el arte: “Cualquier lugar, campo, desierto, cárcel, navío o establo, servían como Templo para la Asamblea Sagrada. El arte se convierte en el espejo de la fe. Los padres Jorge Vergara Medina y Francisco Armando Gómez explicaron sobre: ¿Quién es Cristo para la sociedad actual? El padre Jhon Paul Meier causó revuelo con su libro “El JUDÍO MARGINAL” sobre Jesús de Nazareth, aunque un libro siempre es limitado. El padre Omar Castro habló sobre “Jesús y su aproximación histórica”. Cristo es la riqueza más grande de la Iglesia y de la historia, pero el hombre quiere la gloria sin pasar por la cruz. El padre Toño García hizo brillar al Papa Ratzinger, Benedicto XVI, con su doctrina clara, sólida y plena de fe. Dice: “Sólo la fe en la Resurrección puede explicar la permanencia del cristianismo a lo largo de la historia”. Los padres Jesús Alcázar y Manolo compartieron con sencillez y maestría la semblanza de Don Vasco de Quiroga. El padre Miguel Vilchis Alvarado compartió: “Los rasgos de un buen pastor”. Cristo es el Buen Pastor, porque cuida a sus ovejas y busca a las descarriadas. Gracias a los temistas y a los organizadores. A doña Marce, dueña del inmueble, Dios le pague con sus hijos. Son como Betania en tiempo de Cristo, a donde llegaba el Divino Maestro con sus Apóstoles con toda confianza. Dice un proverbio oriental: “El corazón agradecido es como una pradera. Por cada gota de agua que recibe, devuelve una flor al cielo. Dios les pague y muchas gracias. ¡Salvemos lo verde!

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