Opinión

Los suspirantes… ¿Quién es responsable de la crisis en Michoacán?

Por: Nicolás Casimiro/atiempo.mx

Morelia, Mich- Según Consulta Mitofsky el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, es el mandatario estatal peor evaluado conforme a sus criterios.

Dicha encuesta tiene motivos para dudar de ella, sobre todo porque parece teledirigida a beneficiar a los gobiernos morenistas de la Ciudad de México, Chiapas y Veracruz, encabezados por Claudia Sheinbaum, Rutilio Escandón y Cuitláhuac García.

Pero más allá de eso, considero que en ese estudio no se miden en Michoacán los grandes fracasos de los gobiernos anteriores que derivaron en la situación actual, claro está, sin descartar que el propio Silvano Aureoles tiene su parte de responsabilidad.

Por eso yo pregunto, ¿y quién es realmente el culpable de la actual crisis financiera, de educación y de inseguridad en el estado?

Lazarito

Para ir en orden, yo creo que muchos michoacanos recordamos que las ejecuciones, secuestros y otros delitos se incrementaron durante el gobierno que encabezó el entonces perredista, Lázaro Cárdenas Batel.

Él, además fue responsable de la bursatilización de la deuda, por más de 6 mil millones de pesos; invirtió millonarios recursos en traer maestros cubanos para fingir que se había abatido el analfabetismo en el estado y ocupó la mayoría de los excedentes petroleros de esa época en crear plazas laborales en el gobierno estatal. Tanto así que la nómina gubernamental subió durante su sexenio de 11,200 a 45,000 empleados.

Godoy

Por su parte, el también perredista, Leonel Godoy Rangel, siguió la misma línea; encuarteló a los policías cuando había actividades delincuenciales que bajo su criterio eran sólo “del orden federal”; siguió, igual que su antecesor, entregando plazas automáticas a normalistas para cumplirles compromisos de campaña a los líderes de la CNTE.

Pero además, tuvo un manejo financiero que resultó en pésimos resultados para Michoacán, al grado que dejó de pagar a proveedores, dejó de pagar seguros y prestaciones de los empleados estatales, promovió la formación de nuevos sindicatos (alrededor de 30) conformados por sus amigos y operadores políticos, sobre todo en los sectores educativos y de salud.

El mismo Leonel Godoy impulsó la “gratuidad de la educación” sin el debido sustento financiero, abonando a la crisis de los últimos años de la UMSNH; creó el Telebachillerato, sin presupuesto, sin instalaciones y sin televisiones, pero eso sí, con muchos maestros y sindicato, y la nómina estatal se elevó de 45,000 a alrededor de 65,000 empleados, a decir de los enterados.

Ese señor heredó a las siguientes generaciones de michoacanos una deuda bancaria de 16,700 millones de pesos, así como deudas con acreedores y proveedores por el orden de los 32 mil millones de pesos, bajita la mano. Por cierto, de todos sus errores culpó al gobierno del entonces presidente, Felipe Calderón Hinojosa, político michoacanos que entonces era del PAN.

Fausto

Siguió el gobernador priista Fausto Vallejo Figueroa, quien nunca pudo consolidar su gobierno por sus graves problemas de salud que trató de ocultar hasta que ya fue imposible; incrementó en más de 2 mil millones de pesos la deuda bancaria; y, provocó una gran crisis de gobernabilidad con sus constantes y frecuentes ausencias, hasta que fue sustituido definitivamente.

Reyna

En ese lapso, la gubernatura la ocupó por algunos meses el también priista, Jesús Reyna García, quien le imprimió dinamismo al cargo, comenzó a visitar los municipios, sobre todo los más alejados de Morelia y retiró a algunos funcionarios que a su parecer estaban actuando indebidamente.

Pero no alcanzó a poner el orden que pretendía, su periodo fue corto, pues Fausto Vallejo regresó y él se retiró por unas semanas del gobierno, hasta que fue convencido de regresar.

Ya tras el arribo del comisionado nacional Alfredo Castillo Cervantes a Michoacán, éste vio en Jesús Reyna un obstáculo para hacerse con el control del PRI en el estado, así que se dio la historia que todos sabemos: El encarcelamiento injustificado del líder priista, quien recuperó su libertad apenas en diciembre del año pasado.

Jara y Castillo

Por un periodo de poco más de un año, Salvador Jara Guerrero fue designado como títere de Alfredo Castillo, ¡digo!, como gobernador de Michoacán, con pésimos resultados.

El ex rector de la UMSNH utilizó el cargo para despacharse con la cuchara grande, con jugosos sueldos para él y sus amigos, a quienes incrustó en el gobierno para cobrar, no para ayudar a resolver los problemas del estado.

Salvador Jara se la llevó de a muertito, cobró muy bien y fue rampantemente omiso en atender las ya muy graves crisis de seguridad (que según él no era su responsabilidad, sino de la Federación), de educación y financiera. Pero además, se dio tiempo para meter las manos en el PRI e imponer a parte de su gente en candidaturas, con los resultados que ya todos conocemos.

Silvano

Después de todo esto, y muchas cosas más que serían material para una colección de varios tomos, fue que llegó Silvano Aureoles (del PRD) a la gubernatura de Michoacán y desde el principio de su mandato identificó precisamente que los principales problemas del estado eran el financiero, el de educación y el de seguridad.

El financiero lo había venido resolviendo con el apoyo del presidente priista, Enrique Peña Nieto; en el de seguridad había cierto avance; y, en lo educativo, los recursos extraordinarios federales venían siendo utilizados precisamente para cubrir la nómina magisterial y parcialmente la de la UMSNH.

Sin embargo, al arribo a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, dueño del Morena y enemigo jurado del PRD, el gobernador Silvano Aureoles ya se quedó no sólo sin los apoyos extraordinarios, sino que además ha venido padeciendo millonarios recortes de recursos federales sin justificación.

Y eso se nota desde principios de este año en la falta de pagos a proveedores, la cancelación de proyectos de infraestructura y acciones de gobierno; el recrudecimiento de las manifestaciones de la CNTE y el SNTE, la agudización de la crisis en la UMSNH, pero además, una gran incertidumbre en temas de seguridad, donde no hay apoyo real, efectivo, por parte del gobierno federal para combatir al crimen organizado.

¿Califican al gobernador o al gobierno?

Por todo eso creo que la encuesta de Roy Campos es imprecisa cuando pretende que los entrevistados opinan específicamente sobre los gobernadores en turno, porque creo que en muchos casos todos nos quejamos de los resultados de las acciones del gobierno en general y, en el caso de Michoacán, no sólo de la administración en curso, sino también de las consecuencias de gobiernos estatales y federales, tanto anteriores como actuales, en el estado.

Insisto, ¿quién de todos los antes mencionados es realmente el responsable de la crisis en Michoacán?

COMENTARIOS Y SUGERENCIAS: www.atiempo.mx / atiempomx@gmail.com

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