Por: Nicolás Casimiro / www.atiempo.mx
- Nuevos, nuevos, lo que se dice muy nuevos, no son –algunos de ellos tienen ya casi 20 años de militancia-, pero tampoco son los mismos que en antaño se rolaban puestos, cargos, candidaturas y diputaciones plurinominales en el PAN
Morelia, Michoacán.- Nuevos, nuevos, lo que se dice muy nuevos, no son –algunos de ellos tienen ya casi 20 años de militancia-, pero tampoco son los mismos que en antaño se rolaban puestos, cargos, candidaturas y diputaciones plurinominales en el PAN.
A algunos de los que se consideran de raigambre, herederos de los fundadores y guardianes de los sagrados secretos de la doctrina panista no les ha gustado, pero en los hechos ya han sido desplazados.
Hoy el dirigente nacional del PAN es un joven –ya con trayectoria, pero joven al fin-, como Ricardo Anaya Cortés, y el coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados es el michoacanoMarko Cortés Mendoza.
Éste último es hoy, con bastante amplitud, el liderazgo del blanquiazul en Michoacán con más ascendencia entre la militancia. Algo que no es de ahora, pues se viene trabajando desde hace casi 20 años.
Hoy casi todos los puestos y cargos partidistas en el panismo de Michoacán tienen afinidad precisamente con Marko Cortés, a quien frecuentemente satanizan sus detractores.
Lo que no ven es que mientras los panistas tradicionales se sientan a esperar que los puestos, los cargos y las candidaturas les lleguen por designación o por la vía plurinominal –gracias a sus apellidos-, el zamorano y su equipo han estado gastando suela en casi todo el estado, en lugares que los panistas de antaño ni conocían ni conocerán.
Así, hoy el coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Congreso del Estado es Carlos Quintana Martínez, ex secretario estatal de Acción Juvenil, ex secretario general de la dirigencia estatal y diputado local por segunda ocasión.
Es más, en la 73 Legislatura local cinco de los seis integrantes de la bancada panista son markistas, mientras que en la dirigencia estatal el saliente encargado de despacho, Antonio Berber Martínez, y el nuevo jefe estatal entrante, José Manuel Hinojosa Pérez, también son del mismo equipo (ambos por cierto ya fueron hace unos años diputados federales).
En el PAN, el relevo generacional ya se dio, aún con las resistencias de los antiguos panistas, algo que no se ha podido concretar en otros partidos, como el PRI y el PRD, donde los liderazgos y la militancia siguen rindiendo pleitesía a sus viejas vacas sagradas, cuyos mayores méritos son en muchos casos su antigüedad o simplemente haber nacido y crecido a la sombra del poder.
Sin embargo, como ocurre en cualquier instituto político, para el equipo que ahora se encuentra en el poder también existen riesgos si quieren acaparar en demasía las posiciones.
Al parecer Ricardo Anaya lo entendió, y ha comenzado desde hace semanas a tender puentes con el calderonismo; lo mismo ocurrió en Michoacán con José Manuel Hinojosa, donde no hubo la misma aceptación de parte de la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, que pretendía más espacios de los que proporcionalmente representa su equipo dentro del partido.
En el caso de Michoacán, el equipo de Marko Cortés parece haber hecho ya la mitad de la tarea para lo que vendrá en 2021, pero habrán de tener en cuenta que lo que resta es precisamente lo más complicado.
Ya veremos si con el tiempo logran la inclusión real de todos los grupos de militantes en los cargos de dirección, pues de alcanzarlo saldrán fortalecidos, pero si les ganara la ambición y el revanchismo, entonces llegarían solos y sin posibilidades para el aún lejano relevo en la gubernatura.
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